TODOS SOMOS DIFERENTES
ACTIVIDAD INICIAL
Lectura
MULTIZCOCHO.
multiZCOCHO
La
Señora
Harina,
era muy blanca y fina. Estaba orgullosa de su suavidad pero, eso sí,
le fastiaba un montón estar ensuciándolo todo, pero eso era una
cosa que no podía evitar. Ella nació en Cataluña, así es que
dicen que es europea.
El
Señor
Cacao,
era negro y sabroso. Le encantaba estar a solas y disfrutaba con el
sol, pero nunca tenía tiempo para tomarlo, ya que siempre tenía que
estar viajando. Él nació en Costa
de Marfil,
y dicen que es africano.
El
niño Panela
(también
le llaman Azúcar de Caña), de color marrón, era tan dulce, tan
dulce, tan dulce, que todo el mundo tenía ganas de estar con él. En
cambio, el Señor
Huevo
parecía que tuviera dos caracteres: uno suave (blanco) y uno fuerte
(amarillo). Así es que no sabías nunca qué decirle, si sonreírle
o si ponerte muy serio.
El
niño Panela
nació en Ecuador,
así es que dicen que es latinoamericano.
Y
el Señor
Huevo
nació de la gallina, así que nadie nunca pregunta de dónde es.
Una
tarde en la que hacía mucho calor, se encontraron todos estos
personajes (Señor
Huevo,
Señora
Harina,
Señor
Cacao,
el niño Panela)
en la cocina de la Masía Jornet que estaba en la montaña del
Tagamanent. Allí había montones de cosas, algunas necesarias y
otras no: agua, gas, televisión, luz, sartenes, tenedores, vasos,
picadora, escobas, bolsas de plástico, etc. . Todos coincidieron en
una mesa que estaba decorada con un mantel de la India
muy colorido.
Al
principio no se miraban los unos a los otros; nada, ni una miradita
de curiosidad. Supongo que estaban más pendientes de las cosas que
veían a su alrededor, hasta entonces desconocidas. Pero cuando ya
pasó un buen rato y no tenían nada más que mirar, la Señora
Harina
se fijó en el Señor
Cacao,
le echó sólo un vistazo, y enseguida pensó:
”¡Huy!
Qué color más extraño el de esta Harina...”
Y
como que nunca antes había visto una Harina
de aquel color, pues no le gustó nada y empezó a imaginar cosas
como éstas:
“Seguro
que esta harina es de color oscuro porque algo tiene que esconder. O
quizás es que, de ahora en adelante, el pan será de color negro y
no de color blanco como hasta ahora. Entonces, ¿qué haré yo cuando
el pan deje de ser blanco?”
Incluso
llegó a pensar que era una Harina
que estaba enferma y que le podría contagiar su enfermedad. En fin,
todas estas cosas las imaginó sin haber hablado ni siquiera un
poquito con el Señor
Cacao.
El
Señor
Cacao
por su parte, cuando se despertó de su sueño (estaba imaginado que
tomaba el sol en una playa de su país con su familia), ni siquiera
se fijó en la Señora
Harina.
Y eso que ella lo estaba vigilando fijamente sin disimular un pelo.
En cambio, sí que vio que el Niño Panela
estaba temblando. Y pensó:
“¿Por
qué está temblando, éste? ¡Con el calor que hace!”
Y
es que no sabía que el Niño Panela
estaba muy asustado y por eso temblaba. Sí, le daba mucho miedo todo
lo que tenía a su alrededor: las sartenes gigantes, los
electrodomésticos de ruidos extraños, las cucharas relucientes...
Nunca lo había visto antes en su vida, porque en la comunidad de
Ecuador
dónde antes vivía, no tienen ninguna de esas cosas. Y ya se sabe
que todo lo desconocido nos puede asustar.
El
pobre Niño Panela
aún sintió más miedo cuando se dio cuenta que el Señor
Cacao
lo miraba y miraba. Tampoco lo había visto antes y no se parecía ni
a su padre, ni a su hermano, ni a nadie que él conociera. El pobre
sólo pensaba:
“Mi
madre siempre me dice que no hable con desconocidos porque en las
noticias siempre dicen que la gente es muy peligrosa y que
continuamente hay muchos peligros. ¡Los demás nos pueden hacer
daño!.”
Seguro
que si su madre hubiese estado allí con él, se sentiría mucho más
seguro y tranquilo, pero su madre no estaba y él pues... ¡Venga a
temblar!
Supongo
que recordáis que el Señor
Huevo
también estaba allí en la cocina. Además, aquel era un día en el
que tenía un carácter bueno, se encontraba animado y con muchas
ganas de charlar. Se dio un paseo por la mesa hasta quedarse en el
centro y empezó a mirar al resto. Vio que todos ellos se habían
colocado en una esquina diferente de la mesa, muy alejados los unos
de los otros y pensó:
“Qué
gracia, son todos iguales pero con diferentes colores. ¡Aquí el
único diferente soy yo!”
No
hace falta ni decir que a él le encantaba sentirse diferente, no le
gustaba ser como todo el mundo; él tenía algo especial y eso le
entusiasmaba. Mientras miraba al resto, tuvo una idea. Se le ocurrió
que estaría bien hacer algo para poder mezclar a todos esos polvos
de colores variados, estaba convencido de que sería divertido, no le
gustaba verlos a todos tan separados. Así es que se les pidió que
se acercaran hacia él:
”¡Hey,
venid todos hacia aquí! Nadie se movió ni un pelo, porque nadie se
fiaba de los demás.”
El
Señor
Huevo
tras mucho insistir:
”¡Hey,
va! Venid hacia aquí, que no os voy a hacer nada. Vaaa, venga...”
Al
fin consiguió que se acercasen a él, el Señor
Cacao
y el Niño Panela.
La Señora
Harina
se negó rotundamente y corrió a esconderse dentro de un cuenco de
cerámica de China.
El Señor
Huevo
fue hasta dónde estaba el cuenco, empezó a trepar para poder hablar
con ella (la quería convencer) pero se cayó dentro y se rompió.
Como que aquel día estaba de buen humor, le hizo mucha gracia y
empezó a reírse mucho, mucho. Y, entre risa y risa, se cayó encima
de la Señora
Harina
formándose una pastita.
Al
principio, la Señora
Harina
se quedó horrorizada con la mezcla, ella que era tan suave y fina,
ahora estaba completamente sucia y pegajosa. Pero poco a poco fue
sintiendo una frescura diferente y como aquel día era tan caluroso,
incluso le gustó. El Niño Panela,
a quien le encantaba pasárselo bien, intentó subir al cuenco. Y
como era incapaz, le pidió ayuda al Señor
Cacao.
Entre los dos consiguieron subirse hasta arriba y, al ver la pastita,
se lanzaron de cabeza sin preocuparse por lo que podría pasar.
¿Y
qué pasó? Que los cuatro empezaron a pellizcarse y a hacerse
cosquillas. Aquella pasta cambió de color y adquirió más
consistencia. De repente, todos ellos y ella, estaban
muy
a gusto, se encontraron mucho mejor que antes, cuando estaban solos y
asustados. Vieron que era divertido estar todos juntos y mezclados.
¿Cómo
no lo habían pensado antes? Cuando aún no se conocían entre ellos,
ya habían decidido que no se gustaban. En cambio, ahora que sabían
cómo eran, cual era su sabor, su tacto, su olor, su risa…, cada
uno de ellos y ella, pensaban que sin los otros, la vida ya no era el
mismo. Todos juntos hacían una mezcla mejor y más enriquecedora que
por separado.
ACTIVIDADES DE DESARROLLO
Tras la lectura del texto vamos a definir las diferencias que conocemos de los ingredientes qye necesitamos para hacer el multizcocho, para hacerlo más divertido y explicar mejor lo diferente vamos a asociar un ingrediente o un pais a un alumno. En este caso y "manipulando" un poco la elección de alumno-ingrediente, Marcos va a ser el cacao, y a modo de ejemplo, tanto la tutora como yo vamos a explicar que es para nosotros el cacao, por ejemplo, es un ingrediente diferente a los demás porque es oscuro, pero a la vez es uno de los ingredientes mas dulces, no olvidemos que la nocilla lleva cacao, la nutella también, el colacalo del desayuno.... Nuestra finalidad es resaltar con esta actividad la importancia de cada uno de los ingredientes(que en este caso son nuestros alumnos) y la necesidad de remarcar que cada uno son diferentes pero que son todos igual de importantes para nuestro multizcocho( osea para nuestra clase, nuestros amigos...).
Para continuar la actividad haremos un listado de aquello que nos gusta de nuestra clase y de nuestros compañeros y aquello que no nos gustan y debatiremos como cambiar aquello que no es positivo en el grupo.
ACTIVIDADES DE SÍNTESIS.
Para destacar la importancia que cada uno de nosotros tenemos vamos a utilizar nuestros ingredientes y vamos a aprovechar que somos un grupo de pocos alumnos y que nuestro centro es pequeño y vamos a realizar un bizocho de chocolate(destacando a Marcos ya que él es el cacao) en grupo, para ello vamos a preparar en grupo aunque los moldes sean tazas nuestro bizcocho para que represente a cada uno de nosotros en el grupo-clase
Aqui os dejamos los alumnos de 2º de Primaria nuestra receta para ello vamos a utilizar la expuesta en el siguiente blog.
http://www.manzanaycanela.com
Ingredientes:
- 3 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada y 1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar
- 1 pizca de sal
- 1/4 cucharadita de levadura en polvo
- 2 cucharaditas de aceite vegetal ( girasol)
- 3 cucharadas de leche
- 1/2 cucharadita de extracto de vanilla
Preparación:
- En una taza, combinamos todos los ingredientes secos. Podemos tamizarlo previamente (yo lo hice), pero no es necesario.
- Añadimos los ingredientes líquidos y mezclamos hasta que estén completamente integrados.
- Lo llevamos al microondas durante 1 minuto. Terminado este tiempo, podemos comprobar si está hecho pinchando con un palillo. Si necesita un poco más (dependerá de cada microondas), lo volvemos a programar diez segundos más. No nos pasemos con el tiempo porque hace falta muy poco para que nos pasemos y quede duro. Es mejor hacerlo de poco en poco que pasarse.
- Podemos comerlo directamente en la taza (cuidado al sacarlo del microondas, porque quema mucho) o desmoldarlo sobre un plato. Se puede acompañar de helado o simplemente espolvorearlo con un poco de azúcar glas, como yo he hecho en esta ocasión.
BUEN PROVECHO.
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